¡Qué fin de semana de marcha!
Viernes 22 de julio, 2011.
Como ya todo el mundo sabe, a lo largo de esta semana llegaron las marchas populares indignadas a distintos puntos de Madrid. El viernes tuvimos la gran suerte de acoger en Móstoles a nuestras compañeras y compañeros de la ruta suroeste (Extremadura, Talavera y los pueblos del suroeste de Madrid, como Navalcarnero, El Álamo, Arroyomolinos o Villaviciosa de Odón). Un camino lleno de reivindicación que pasó por un mal nombrado “camino verde” y llegó a las puertas del parque Liana, donde nos encontramos con personas procedentes de Talavera, Zafra, Villanueva de la Serena…
Un regocijo de abrazos se fundió en la batukada ofrecida por nuestros compañeros y compañeras de Móstoles y Alcorcón.
Este movimiento está aunando gentes y grupos por un montón de causas comunes, y aquí se hizo presente y patente.
Nuestro recorrido hacia la estación de Renfe de Móstoles Central y luego bajando por toda la Avenida de la Constitución hasta la Fuente de los Peces, nuestro lugar de encuentro asambleario, mostró a los vecinos que éramos muchísimos más de 5 ó 6 y que el movimiento 15M de Móstoles tiene mucha fuerza y voluntad de acogida y continuidad, a pesar de estar en vacaciones y con muchas “bajas temporales”. Los vecinos y vecinas en las calles y en las terrazas de sus casas nos iban aplaudiendo, mostrando así su apoyo a la marcha indignada y al movimiento 15M.
A nuestra llegada, se leyó un manifiesto que culminó con la toma de la fuente y de la plaza por parte de la marcha indignada y compartimos con gozo el testimonio de los que habían comenzado su marcha hacía muchos kilómetros (desde Cáceres y Badajoz).
La batukada siguió y se fundió con un pequeño festival que nos hizo cantar y bailar alzando nuestras manos, mientras una copiosa cena era ofrecida y disfrutada por vecinas y vecinos voluntarios.
Pasadas las 12h de la noche, la música paró y nos dispusimos a recoger para dejar la plaza como si nada hubiera pasado. Acompañamos a las marchas al parque Huertas, donde acamparon y descansaron toda la noche junto a mostoleños y mostoleñas, antes de nuestra última etapa juntos.
El viernes fue un éxito de acogida, organización e infraestructura por parte de un movimiento al que llaman descabezado, desorganizado y caótico.
Gracias a todas y todos por participar, por vuestro apoyo y vuestra acogida.
Sábado, 23 de julio, 2011.
Al olor de las porras y el chocolate, los acampados y acampadas en Huertas se fueron desperezando, porque nuestra marcha indignada emprendía el último tramo de su camino. Con un gran cargamento de fruta y esperanza a las espaldas, cerca de las 9h20 de la mañana salimos en ruta de Huertas hacia Sol, donde está la clave.
El recorrido estaba lleno de emoción, pancartas y consignas que nos aunaban y que nos hacían sentir más y mejores. La BESCAM (en Móstoles), la policía nacional (desde Alcorcón) y luego la guardia civil en algunos tramos, nos acompañaban y escoltaban, para mantener la seguridad en cruces y desvíos. Multitud de compañeras y compañeros desde sus coches, incluso del transporte público (una Blasa en particular y hasta el pitido de un tren de cercanías), nos mostraron su apoyo haciendo sonar el claxon y levantando la mano, el puño o los dedos de la victoria… Esto nos insuflaba aliento para seguir adelante, porque mostraba que para nada estábamos solos. Que éramos muchas las personas que ya creíamos en que esta demostración cotidiana de participación ciudadana merecía la pena vivirla.
A nuestra llegada a los distintos pueblos y barrios (Alcorcón, Valderas, Aluche, Lucero, Batán, Alto de Extremadura) nos recibían con una calurosa bienvenida y se nos unían las vecinas y vecinos a la marcha. El grueso de caminantes iba creciendo a cada paso. Las rozaduras y llagas en los pies iban a hacer historia, porque por fin hemos decidido hacer el papel de protagonistas de nuestra vida.
En el Alto de Extremadura y ya cerca de nuestro alto en el camino en Casa de Campo, un abrazo conjunto, aplausos, gritos de alegría y los cantos de nuestras consignas hicieron que olvidáramos el calor y el dolor de piernas.
Una recepción espectacular, con comida, descanso y una asamblea llena de testimonios de lo que cada asamblea llevaba a cabo en su pueblo o barrio, nos hizo disfrutar de nuevo del hecho de formar parte de esto tan grande y extendido.
A las 19h30, puntuales a nuestra cita, recogimos y salimos con nuestra mirada puesta en Sol, donde nos esperaban el resto de las marchas populares indignadas. Y nuestro camino, lo empapelamos de reivindicaciones contra la privatización del Canal de Isabel II, contra la privatización de la sanidad y la educación…
Bajada hasta el Puente de Segovia y subida hacia el barrio de la Latina donde seguimos sumando fuerzas y apoyos de vecinos y compañeras.
Una parada estratégica para esperar a la ruta sur, donde se juntaron indignaciones e ilusiones. Paseo hasta llegar al mercado San Miguel, donde las terrazas y los viandantes nos hicieron paseíllo. Y recorrido por la Plaza Mayor, con la guinda de la entrada triunfal en Sol donde las lágrimas, los aplausos y los abrazos nos demostraron lo que ya habíamos comprobado por el camino: que Sol está más vivo que nunca y que este movimiento no se para.
Destrozadas por el cansancio, asistimos sentados a una asamblea que, tras escuchar las palabras de representantes de las marchas y de otros grupos internacionales que se habían unido desde sus respectivas capitales, resaltaba todo lo común y el impulso que cada paso de nuestro camino estaba dando a nuestras acciones.
De norte a sur,
de este a oeste,
la lucha sigue,
¡cueste lo que cueste!
Esto no se acaba…
Domingo, 24 de julio, 2011.
Para rematar el fin de semana, nos volvimos a dar cita en Atocha la tarde del domingo. Allí estaba de nuevo Móstoles, por tercer día consecutivo de movilización (y sin olvidar que muchos compañeros llevaban semanas de trabajo a sus espaldas preparando este acontecimiento). La bandera de Indignad@s en lucha ondeaba al aire para reunirnos en el principio de la marcha.
Un poco antes de las 19:00, la marcha emprendió su camino rumbo hacia la primera parada: Neptuno. La gente estaba entusiasmada y emocionada; hasta tal punto que en los primeros compases de la manifestación se podían escuchar a la par 2 o 3 cánticos diferentes. Ir junto a gente de todos los puntos de España fue una gran experiencia; por ejemplo tuvimos la oportunidad de marchar un buen rato junto a los valencianos, y de compartir su alegría desbordante por la dimisión de Camps como presidente de su Comunidad.
Rodeamos Neptuno mientras algunas personas se paraban en las cercanías del Congreso. Pusimos rumbo a Cibeles sin parar de corear consignas. Fue fantástico rememorar la manifestación del 19 de junio primero, y la del 15 de mayo después. Mismos escenarios, 70 días de indignación en nuestras mochilas, y lo que quede por delante.
Pasamos por el Banco de España y por un montón de sucursales de bancos y cajas, señalados como culpables de la crisis con manos rojas y pancartas. Unos seguimos por Alcalá, y otros muchos nos desviamos por Gran Vía.
Llenábamos todo el centro de Madrid mientras alentábamos a turistas y curiosos a unirse. Los que rodeamos por Gran Vía seguimos hasta Callao, girando allí para tomar finalmente la calle Preciados. Este fue sin duda el mejor punto del recorrido: la calle repleta de gente cantando al unísono, las voces retumbando por todas partes, las sucursales de El Corte Inglés cerrando a nuestro paso, los andamios tomados por los más valientes, y todo ello con Sol en el horizonte, el final de nuestro camino.
La plaza era una fiesta cuando entramos. Banderas de todas las comunidades, pancartas de todos los pueblos, personas de todas las edades. De nuevo Sol era Sol, al igual que en el día anterior o que en aquél maravilloso día de mayo. Las pancartas siguieron aflorando en los edificios con andamios, y una sorpresa como broche final: la bandera de Móstoles ondeó al aire en el punto más alto del edificio entre C/ del Carmen y Preciados.
De ahí, y tras unos minutos de descanso, la gente se empezó a dirigir hacia el Congreso, donde acabó celebrándose una asamblea. Otra más :)
Había gente que decía que el movimiento estaba perdiendo fuerza. Dos tardes seguidas llenando el centro de Madrid, en puente, a finales de julio… por si aún quedaba alguna duda: ¡¡¡esto no va a parar!!! y para muestra otro botón: hoy martes, 26 de julio, sale de Madrid la marcha indignada con rumbo a Bruselas. 2 meses y medio de camino por delante, con la fuerza que da esta indignación que nos está asfixiando.
Felicidades a todas las personas que han venido a Madrid desde muy lejos, a los que les acogieron y acompañaron en su camino, y en general a todos aquellos que seguimos exigiendo cambios sin cesar en nuestra lucha. ¡SEGUIMOS!
Los políticos no se unen, unámonos nosotros: http://t.co/yUIOtQh somos decenas #15M #spanishrevolution, pronto miles.T esperamos Un abrazo